El trayecto a Punta Arenas fue largo. De nuevo cruzamos el estrecho de Magallanes, pero en el otro sentido. Esta vez no vimos toninas… Circulamos por tramos asfaltados y otros sin asfaltar, y pasamos la frontera sin ninguna dificultad. Después de unas 11 horas llegamos a Punta Arenas. Lucía el sol y las calles del centro tenían muy buena pinta, casas coloniales, palacios muy cuidados… Fuimos a un café para buscar Wifi y contactar con Alejandro, nuestro anfitrión allá y tras ir al banco a sacar dinero (sorprendente que el Banco Santander nos cobrase comisión y el Banco de Chile no), y comer algo, nos encontramos con Alejandro en el bar Colonial donde tomamos unas cervezas antes de ir a casa. De camino a casa nos pasó algo curioso. Nos dijo Alejando que había que tomar el colectivo 141, y dónde estaba la parada, y allí nos ves a los dos medía hora esperando con las mochilas a cuestas. Durante ese rato solo pasaron dos buses y cienmil taxis. Al final nos dimos cuenta de que los taxis llevaban número y resulta que allí, como en otras partes de Chile los “colectivos” son taxis compartidos. ¡Acabáramos!
En Punta Arenas estuvimos un par de días, hay varias opciones de excursiones interesantes desde allí pero a precios Patagónicos. Se puede ir a ver pingüinos reales, nos hubiera gustado, pero el viaje, a parte de ser caro, suponía rehacer parte del camino por tierra de fuego que ya habíamos hecho el día anterior. No había excursiones para ver solo la pingüinera, si no que era un día completo en tierra de fuego y lo de la pingüinera era menos de 1h por lo que eso, sumado al precio (80€ por persona), nos hizo desistir. La gente en Punta Arenas suele ir también a Isla Magdalena, a ver pingüinos de Magallanes, pero de esos ya habíamos visto bastantes, jeje.
Nosotros recorrimos la ciudad, la plaza de armas, fuimos a comer al mercado, donde probamos un ceviche de salmón comprado directamente en la pescadería que estaba bien bueno y barato, y subimos después a las cocinerías que hay en planta primera. Allí Javi se pidió un salmón bastante bueno y yo una especie de sopa de marisco que no estaba tan buena. También subimos a un mirador desde el que se ve la ciudad, nos acercamos al puerto a la zona de los cruceros, y fuimos al cementerio que está bastante bien, tiene unos paseos con cipreses inmensos, panteones bastante bonitos y una escultura de un “indiecito” al que le piden cosas (y le dan las gracias con una plaquita cuando se les cumple el favor). También visitamos el monumento al ovejero (el comercio de lana es una fuente de ingreso clave en la zona), el puerto donde atracan los cruceros, etc… Con un par de días por allí es más que suficiente para visitarlo todo.
Desde Punta Arenas nos fuimos a Puerto Natales, donde llegamos al mediodía (hay buses con bastante frecuencia de, al menos, tres compañías distintas) y nada más bajar del autobús preguntamos en todas las compañías que llevan a las Torres para comparar precios y horarios pero son todas iguales, 15000 pesos ida y vuelta. Decidimos esperarnos y acertamos ya que luego en el pueblo compramos los mismos billetes por 12000 pesos en una tienda de montaña y alquiler de equipamiento.
Nos ponemos a buscar alojamiento y después de preguntar en bastantes sitios encontramos casi de casualidad el Hospedaje Maria (Calle Chorrillos 771) que es una casita familiar donde alquilan unas tres habitaciones y que nos cobran 25000 pesos por la habitación y el desayuno, precio que consideramos muy razonable para lo que estabamos viendo por ahí. La habitación es como la de nuestros padres hace 40 años pero está genial y bien calentita y los baños perfectos.
Salimos a comer algo rápido y acabamos comprando unas empanadas en la panadería con unos jugos para beber. Con el estómago lleno nos quedan varias cosas por hacer: recorrer el pueblo, alquilar algo de material que nos falta, comprar los billetes y la comida para cuatro días de mochileo. Dimos un paseo por el centro, paseamos por la costanera hasta ver el monumento al viento… (hacía frio, si) y después de un par de horas de paseo… ¡A alquilar! Al final decidimos alquilar dos esterillas, un hornillo para cocinar y un saco de dormir que solo llevamos uno ya que en Ushuaia, Caro y Oscar, nuestros couchsurfers nos dieron una tienda de campaña y un saco que dejaron allá otros couchs antes de volver a su país. Nosotros haremos lo mismo cuando ya no les demos uso pero para estos días nos ha venido genial! Los precios de alquiler de material varían de un sitio a otro así que es recomendable dar vueltas y preguntar bien. Al final lo más barato que encontramos fue pagar 1000 pesos al día por el hornillo y por cada uno de los aislantes y luego 2500 pesos al día por el saco (tienda la Maddera). De aquí a comprar el menú que tendremos para los próximos cuatro días: bocata de fiambre para comer, noodles y sopa para cenar y cereales y un bollo para desayunar, todo ello con la compañía de unos cacahuetes racionados, dos mini botellas de vino (para entrar en calor) y alguna barrita… vamos, ¡¡Un manjar!! Nos gusta comer bien, pero cuando toca otra cosa, nos adaptamos y disfrutamos de la misma manera… bueno, casi!
De camino al hostal compramos un lomito para cenar en un puesto callejero y con unos noodles… cena completa. En el alojamiento conocemos a un par de chilenos muy majos que nos dan algún consejillo sobre la ruta, ya que ellos acaban de regresar. Aún dudamos de cómo empezar (si ver las Torres el primer día o dejarlo como “fin de fiesta” para el último… Preparamos las mochilas (lo que no vamos a necesitar para la montaña lo dejamos en “casa Maria” hasta la vuelta) antes de dormir ya que tenemos que agarrar el autobús a las 7h30.
TREKKING EN EL PARQUE NACIONAL TORRES DEL PAINE
Día 1- 24/03/2016. 11km; 1300+
Salimos de Puerto Natales hacia el parque nacional Torres del Paine bien temprano tras desayunar bien. Hay mochileros por todos lados, muchos más de los que hemos visto hasta ahora en todo el viaje, cada uno equipado a su manera y después de dos horas de bus vamos llegando por caminos de tierra al parque. Por el camino ya vemos al fondo las impresionantes Torres ya que el día ha salido muy bueno (el tiempo daba regular), ventoso como casi siempre por acá pero genial. Entramos a saludar a Iñigo “el vasco” que es amigo de Oscar de Ushuaia que trabaja en el parque y que nos ayuda a gestionar la estancia en el campamento francés para el segundo día. Nos hemos decidido por empezar llegando a las Torres el primer día. Hace un tiempo fantástico y no podemos perder la ocasión de ver las Torres con sol.
Nos ponemos ya a caminar con las mochilas bien cargadas subiendo por el valle a buen ritmo hasta llegar primero al campamento chileno, ahí hay un refugio y un camping de pago, al que se accede solo con reserva. Un poco más adelante paramos a comer algo y continuamos hasta el campamento Las Torres donde vamos a dormir hoy (este campamento es gratuito, llegas te registras y listo) así que armamos la carpa y nos ponemos de nuevo a subir ya que el objetivo de hoy es el mirador de las Torres. La subida no es muy larga pero sí intensa y de repente… casí como quien no quiere la cosa ¡Aparecen las enormes Torres del Paine al fondo! La verdad es que la vista es espectacular y el tiempo aunque frío y ventoso es soleado así que las fotos con el lago delante y el glaciar y las torres detrás son muy bonitas. Lo más impresionante es pensar que son moles de 2800 metros de altura y nosotros estamos a unos 500 bien cerca. Ahí conocemos a Jesús y Marta, un par de amigos de Granada que están haciendo la misma ruta que nosotros. ¡Muy majos!. Hacemos muchas fotos y ya con frío y casi sin sol descendemos de nuevo al campamento. Preparamos la cena en una especie de cobertizo que hay para cocinar, cenamos y nos metemos rápido en la tienda a descansar ¡Que ganas de mochilear con tienda en la montaña que teníamos!
Día 2- 25/03/2016. 21,5km; 700+
Hoy ha salido un día bien completo. Nos levantamos a las 7h40 después de una noche regular con bastante frío, es un poco tarde porque queremos subir a ver el amanecer en Las Torres y vamos muy justos de tiempo. Aún así decidimos subir a toda mecha y llegamos a ver el color rojo del amanecer sobre ellas subiendo, que bonitas! Yo me voy delante y llego un poco antes que Vanesa para hacer alguna foto bien bonita con los primeros rayos de sol. Muchas fotos de nuevo y para abajo a desayunar, recoger y emprender la marcha de hoy.
Al poco de salir me pega un pinchazo la espalda que me deja doblado… ¡Que bien y eso que es el segundo día! Pienso que es debido al frío de la noche así que me toca darle uso al ibuprofeno y aguantar el dolor para seguir camino. Pasamos de nuevo por el Chileno y luego tomamos el desvío que nos lleva al lago Nordernskold. El ibuprofeno ha hecho su trabajo y al menos el dolor es llevadero así que seguimos avanzando a buen ritmo, bordeando el lago y sin dejar de disfrutar del paisaje, hasta llegar la campamento de los Cuernos que es una pasada… a orilla del lago y con las vistas de los cuernos del Paine (muy curiosa su estratificación que hace que tenga unos colores muy marcados) y el glaciar Francés al fondo. En este campamento también hay refugio, restaurante, bar, zona de acampada e incluso unas cabañas con una cuba de agua caliente tipo jacuzzi que tiene una pinta buenísima. Seguimos caminando mientras vamos oyendo como se va rompiendo el glaciar y va cayendo, cosa que nos deja impresionados porque parecen auténticos truenos, y finalmente llegamos al campamento Francés donde haremos noche hoy. Este campamento es más sencillo (de pago). Hay una pequeña tiendita, algunos domos para quedarse a dormir, unos aseos con agua bien caliente, y la zona de acampada. Armamos la carpa con el permiso de Cristobal el amigo del vasco y nos damos una super ducha que nos deja nuevos. Nos planteamos comprar una cerveza pero cuestan 5000 pesos así que pasamos y nos vamos a preparar nuestra cena clásica con un vinito y a la tienda a descansar con el sonido del glaciar de fondo. ¡Hoy hace dos meses que salimos de España!
Día 3- 26/03/2016. 19,5km; 850+
Nos levantamos hoy a las 8 después de pasar mucho mejor noche y plegamos la tienda antes de desayunar nuestro capuccino con cereales y medio bollo para cada uno. Como hemos descansado mejor y la espalda aguanta bien salimos con ganas hacia el campamento Italiano donde dejaremos las mochilas grandes para pasar a modo ligero y recorrer el valle del francés. Este campamento también es gratuito y mucha gente hace esto de dejar las mochilas al lado de la cabaña del guarda para subir el valle sin peso). Subimos bien deprisa hasta el mirador que lleva el mismo nombre desde donde hay unas vistas del glaciar brutales. El glaciar, como dijimos ayer, se va rompiendo continuamente y se van viendo caer bloques que generan un ruido que impresiona. Es sobrecogedor…
Pasamos un rato en el mirador y luego seguimos subiendo ligeros por el valle hasta el mirador Británico que también tiene unas grandes vistas sobre el circo. Allí nos quedamos un ratito disfrutando del entorno, comemos algo y ¡Para abajo!. Si la subida ha sido ligera, la bajada lo es mucho más ya que vamos corriendo y avanzamos rápido hasta llegar de nuevo al mirador Francés donde nos quedamos otro buen rato. Decidimos continuar la marcha y comemos un poco después de volver a pasar por el campamento Italiano donde nos toca otra vez cargar los mochilones (¡¡En modo run se va muy bien!!) Bocata al lado del río y a caminar cargados pero a paso ligero. La verdad es que tengo mucha suerte porque Vane aguanta perfectamente un ritmo fuerte así que avanzamos rápido los dos y eso nos permite llegar con tiempo al refugio del Paine Grande. A lo largo de todo este tramo nos encontramos con una gran parte del monte quemado, una pena. Hemos leído que en 2011 hubo un gran incendio en el parque provocado por una imprudencia y que arraso con miles de hectareas… ¡Cuidado con el monte por favor!
Nos llueve ligeramente pero va aguantando, así que una vez en el campamento (En este caso también es de pago y lo gestiona una empresa distinta). Hay refugio con habitaciones, tienda, restaurante, un edificio con cocina y comedor para los campistas y otro con baños. Aún tenemos tiempo de armar la carpa y darnos otra buena ducha caliente (los horarios de duchas son de 18h30 a 22h y son gratis). Aquí hoy si que cae una birra a 3000 pesos antes de ir a preparar nuestra gran cena ¿sabeis que cenamos?
Un poquito de lectura en la tienda y a dormir que mañana es nuestro último día por el parque y es el más largo. Hoy se siente un poco de viento. Nos habían dicho que por aquí suele haber mucho mucho viento, pero en este caso no fue para tanto (colocamos la tienda lo más resguardada posible).
Día 4- 27/03/2016. 27,4km; 1280+
La noche ha sido tranquila con muy poca lluvia así que hemos descansado bien. Nos levantamos sin madrugar demasiado y dejamos la tienda armada ya que hoy toca subir al glaciar Grey y volver aquí para toamr el barco de regreso desde acá. Desayunamos apurando lo que nos queda y nos ponemos en marcha. Como hemos dejado los mochilones abajo vamos de nuevo en modo ultra así que subimos muy ligeros y a buen ritmo. Adelantamos a gente sin parar y llegamos a la laguna de los patos donde sopla siempre bastante viento. Un poco mas adelante llegamos al mirador desde donde ya se ve el espectacular glaciar. Seguimos avanzando rápido disfrutando de las vistas y de los primeros icebergs que tienen un color azul que parece de mentira y en poco más de dos horas llegamos al refugio de Grey.
Seguimos un poco hasta llegar al mirador desde donde se ve todo el frente del glaciar que impresiona. Miramos el altímetro continuamente porque es muy curioso pensar que estamos a 60 metros sobre el nivel del mar con un glaciar inmenso delante pero así es. Hacemos foticos y agarramos frío así que decidimos ir volviendo. Aquí Vane se adelanta al camping y yo bajo cerca de una playita llena de pequeños bloques de hielo donde me encuentro a dos chilenos más mayores que nosotros que también han subido temprano esta mañana y que se están tomando unos whiskies con hielo milenario del glaciar. Así como quien no quiere la cosa los saludo y me invitan a un trago que no puedo rechazar ya que no todos los días uno se toma gratis un cubatita con hielo milenario!! En realidad le doy un par de tragos a un whisky con cola y tras darles las gracias vuelvo camino al campamento.
En lugar de volver ya hacia Paine Grande decido subir corriendo un par de kilómetros más por la senda que lleva a dar toda la vuelta al parque y que no hemos podido hacer por falta de tiempo (me hubiera encantado completar la O, pero la W ha sido una pasada). Me voy acercando más al glaciar aunque cada vez más alto y entro en un par de miradores con unas vistas espectaculares. Cruzo un puente colgante de película y poco más allá me doy la vuelta para que no se me haga tarde. Vane ya se ha ido marchando de vuelta así que aligero bien el paso y vuelvo corriendo a gran ritmo mientras me voy girando para ver el glaciar por última vez.
Vane ha ido también a muy buen ritmo (que fuerte es para lo que entrena) y solo la alcanzo a tres kilómetros de Paine Grande. Una vez juntos comemos algo y seguimos hasta llegar al campamento con suficiente tiempo para comer los últimos noodles que nos quedan y descansar un poco. Esta vez toca una ligera limpieza en seco y por último recoger la carpa antes de subir al catamarán (se paga in situ) que sale a las 18h30 y que nos lleva de vuelta, por un recorrido con unas vistas impresionantes de todo el macizo, hasta la hostería de Pudeto donde nos espera el autobús de vuelta a Puerto Natales. Estamos contentos de cómo organizamos el trekking ya que sólo salió el sol el primer día y parte del segundo y pudimos disfrutar de las torres con total claridad, ya que nos dijeron que si no hace buen día se levanta niebla por allá y son difíciles de ver…
Llegamos cerca de las diez a casa de María donde nos quedamos también esta noche y antes de que sea más tarde nos vamos a devolver material y a cenar un buen trozo de carne y una mega hamburguesa en La Picada de Carlitos que dá servicio hasta las 23h. ¡Nos lo hemos ganado! Por supuesto la cervecita no falta y ya con el cuerpo de otra manera volvemos a ducharnos y a dormir en una cama!! ¡Han sido unos días de trekking maravillosos en un paraje espectacular!
PD- Una pequeña nota desde la mente de un corredor de montaña. Tanto el circuito de la W como el recorrido completo (la O) del parque se podrían hacer en modo ligero (de hecho hay una carrera que hace la W). Mi recomendación sería hacerlo en dos días: 1º- Salida del campamento Torres- Torres del Paine- campamento Cuernos (aprox 30km) 2º- Campamento Cuernos- Valle del Francés- Campamento Paine Grande- Glaciar Grey- Campamento Paine Grande (aprox 42km). Se podría plantear también al revés. Si alguno se anima, lo suyo sería hablar con la gente de Fantástico Sur (empresa que gestiona los campamentos) y contarles la historia a ver si se estiran a cubrir esos gastos… jeje! Avisadme si vais que yo me apunto!!
Epílogo
Pasamos el día siguiente tranquilos en Puerto Natales, escribiendo y lavando ropa que buena falta nos hacía. Compramos algunas cosas para comer y por la tarde (por la mañana nos quedamos sin sitio así que recomendable aquí no dejar la compra del billete del bus para última hora) agarramos el bus hacia El Calafate, donde nos espera el Perito Moreno así que ¡Os seguiremos contando!
Reme says
Nos habéis pillado con ganas, esta vez se ha hecho de rogar.
Nuero, muy chulo todo lo que cuentas y como lo haces. Pero no, no sabemos lo que cenasteis! Jejeje.
Muchos, muchos besosss!! Y venga va, no tardéis tanto…
Os quieroooooooo
Javi Lorente says
Pues cenamos… ¡¡noodles!! como el resto de las noches, jejeje. Muchas muchas gracias por estar ahí, ¡nos encanta! un beso gordo desde bien lejos deseando volver a vernos! ¡¡Os queremos!!
Reinaldo says
Muy buen post! Hicieron que mi próximo viaje sea para allá!
Un fuerte abrazo!
BuscandoaCochet says
¡Gracias, Reinaldo!
Sin duda alguna es 100% recomendable, una de las maravillas naturales de Chile y, además, a ti no te queda muy lejos…
¡Un abrazo enorme!
Papá says
Después de dos semanas en las que no he parado en casa, dispongo de un momento de tranquilidad para leer los últimos post, y disfrutar de nuevo la minuciosidad de los relatos.
¡ Que contraste en el relato !, la tranquilidad (aparente) de Punta Arenas, con ese cementerio tan atrayente (de visitar, eh!!) y esas casas coloniales, junto al mar y con las relativamente comodidad cotidiana, (mochila en el alojamiento, cama ….) y la aventura frenética del trekking, con frío, lluvia, aire y esfuerzo superior a lo que me siento capaz de hacer, me hace leer con ilusión, para ver a través de vuestros ojos y con vuestra mente, la maravillosa naturaleza que estáis visitando y que es inagotable, esos truenos del glaciar que me parece escuchar y el silbido del viento, me hace pensar: “¡¡ dicen que disfrutan, luego me he de alegrar por ellos !!, ¿leeré otro disfrute parecido en los próximos post?
Bueno como ya está el siguiente post, voy a él, mientras tanto deciros que no olvides que os esperamos con ilusión cuando hayas cumplido vuestro sueño, que queremos que seas felices con lo que hacéis y sobretodo que seguimos queriéndoos mucho.
Besos, besos, besos ………….
BuscandoaCochet says
Pero bueno, ¿y como es que se nos había pasado contestar a este comentario?
Fueron unos días increibles los de Torres del Paine, el trekking es espectacular, te acompaña una naturaleza y paisajes impresionantes, sobrecogedores… y aunque en alguna ocasión se puede hacer algo durillo por la mochila, a nosotros -ya sabes- nos encanta. sin duda, compensa.
Seguimos muy muy felices por aquí
¡Mil gracias y millones de besos!
¡Os queremos!